Teoría de juegos y su impacto en la vida cotidiana.
Hace algunos años, 18 para ser preciso, apareció en el circuito comercial de cine una cinta que ofrecía una mirada especialmente cercana a un personaje reconocido por ciertos ámbitos en extremo académicos, la cinta era "Una mente brillante" (A beautiful mind, 2001), y nos retrataba en forma más o menos fiel la vida y peripecias del Dr. John Forbes Nash, galardonado con el premio Nobel en Economía de 1994, lo cual podría tomarse como algo poco interesante, el quid de la historia radica en que Nash sufría de una tremenda enfermedad mental que lo atacó durante toda su vida adulta y que a pesar de todo fue capaz de superar, más allá de lo interesante de la historia y la atemorizante visión de lo que un enfermo de esquizofrenia tiene que vivir día con día, es interesante hacer hincapié en desarrollo matemático que otorgó a Nash el citado galardón, me refiero a la compleja pero fascinante teoría de juegos, y específicamente al así denominado "Equilibrio de Nash".
Puede pensarse como algo que intimida de primera mano, las matemáticas clásicamente tienen la mala e inmerecida fama de ser terra incognita para la mayoría de los simples mortales, nada más lejano de la realidad, si bien es cierto que existen tópicos matemáticos que rozan lo sobrenatural en cuanto a su comprensión y su desarrollo es también una realidad que el entendimiento de sus postulados generales está muy al alcance de todos, me ceñiré a lo siguiente justamente con el Equilibrio de Nash, ¿de qué nos habla?, la idea general se refiere a competencias, tomemos por ejemplo la noción de ser un comerciante en un pueblo pequeño, es muy probable que en esa misma entidad existan otros comerciantes que constituyan nuestra competencia directa, siendo este el caso y en una dinámica de "que gane el mejor" todos nuestros esfuerzos estarán dedicados a ser el mejor comerciante, quien más venda, y de esta forma superar a nuestros competidores, esta es una idea fundamental y determinante en la economía clásica, y se basa en la noción de pensar que el éxito mayor estriba en el consabido éxito de nuestro negocio, ¿correcto no?, error, incorrecto, vivimos y existimos en sistemas abiertos y la competencia económica es uno más de ello y eso es justamente lo que el equilibrio de Nash sugiere, en términos prácticos no es buscar magnificar nuestros ingresos, es magnificar los propios y a su vez los de nuestros competidores, en lugar de vender 100 y los demás 30, vender todos y cada uno 60, de esta manera se logra un equilibrio que beneficia a todos y permite una subsistencia real, ¿puede usted imaginarse lo que este mundo sería si cada uno de nosotros nos ocupáramos en todos los ámbitos de todos los demás además de nuestras propias personas?.
La belleza de este postulado me parece extraordinaria y desde mi humilde punto de vista si algo que es concebido tan árido como las matemáticas es capaz de ilustrar y comprobar fuera de toda duda un concepto que apela a nuestra humanidad más primigenia ¿qué tanto no habrá allá afuera que también en esencia es parte nuestra?.
Juan Carlos Bautista